Pez en Agua ahora en Wordpress

Pez en el Agua se muda de casa.
La nueva dirección: http://pazenelagua.wordpress.com/

un museo

Lunes, segunda parte. Luego del frustrado intento de comer Suspiro Limeño en Lima, nos subimos, felices y confiados a una micro que nos llevaría raudamente a nuestra tarde de museo. (Porque, paseo que uno haga, aunque sea sólo tour gastronómico, debe pasar por lo menos por un museo). La micro, que seguro no tenía amortiguadores, nos dejó rápidamente al descubierto en nuestra condición de turistas, cuando volamos por los aires gritando, al primer lomo de toro que se encontró en la calle.

El museo en cuestión fue el museo Amano.
La siguiente parada, chocotejas Helena.

Así seguimos, obviamente, a nuestro estómago, que nos llevó a Café Laritza, a ver que tal los helados (regios-estupendos), a ver que tan intelectuales andabamos, Librería El Virrey, donde no compré nada pero si conocí a bello gato, para culminar en gloria y majestad en “La 73”, llamada asi porque por ahí pasa la micro 73….rico, rico, rico.

Una torta del Mozart para Pez en el Agua, por dos años de cabezas de pescado!

Hay para rato

***Me he dado cuenta que ya van dos años de "Pez en el Agua"...****

Lunes. No es demasiado raro encontrar familias donde el hijo se llama igual que el papá. O la hija igual que la mamá. Pero es un poco menos común que la hija se llame igual que el papá, como en el caso de Michelle que su papá se llama Michel, pero le dicen Miguel. Miguel fue responsable de muchas risas trasnochadas en la oficina, cuando Michelle nos trasmitía sus inocentes chistes y frases para el bronce. Fue el precursor a distancia de los cafecitos de las 11 y media, siendo tan notable que no se lo toma en la oficina, si no que baja a un cafecito precioso dentro de una galería de arte. Ahí fue donde lo conocimos, a Miguel, arquitecto de la vieja escuela, fiel al capuchino y las trufas, tomando nuestro primer desayuno chick en el Perú, rodeados de cuadros y cosas bellas.

Ahí seguimos paseando por barrios lindos lindos, Barranco explotando del verde que escasea en el resto de Lima, de colores, Puente de los Suspiros, tiendecillas entretenidas. Cada cierto rato sonaba el celular, la mamá de Michelle contando los minutos que quedaban para que el tremendo ají de gallina que nos esperaba, estuviera listo!!! En pocas horas nuevamente estábamos con la guatita llena y el corazón contento, aunque un poco desilusionados luego de que en “Canta Rana” nos dijeran que quedaba sólo 1 suspiro limeño para una mesa de 8.

Chacaloneando en el Peru

Domingo. Empieza la gestación del Team Chacalonero: Rafa, Mich, Ale, Pachu, Jose, Paula y Sandro. Arquitectos con algún infiltrado, y otro que dejó de ser arquitecto para dedicarse a cosas más entretenidas. Chacaloneros en honor a un video ridículo y notable, el Perreo Chacalonero (youtube). El paseo empezó así: taxi al centro de Lima. El centro de Lima queda muy lejos, no se de qué, pero lejos….El sistema de transporte público no tiene mucho que envidiarle a Transantiago, quizás sólo las cuncunas, ya que los modelitos de nuestro pais vecino aquí desaparecieron mucho antes que las micros amarillas… Asi fue como apareció la Plaza de Armas, la Catedral, el Rimac, la feria, el Señor de Huanca, las iglesia y los miles de hermosos detalles que tiene esta ciudad que medio mundo – tan equivocados – dicen que es fea.

Nuestros pasos casi sin pensarlo nos llevaron al Barrio Chino y ahí, a Wa Lok, un super chaufa, que se pasó.

De prontó me impresionó, que entre tanta feria, rio, calles, que Lima no huele a nada…Claro que fue en ese momento en que me di cuenta que, por primera vez en mi vida, había perdido totalmente el olfato, consecuencia de mi alergia viajera.

Para terminar un dia de comer y caminar por la historia viva del virreinato, culminamos con la guinda de la torta, el mall (o mejor conocido como el “mal” aquí y en la quebrada del ají) Larcomar, un lugar de genial ubicación y distribución con un fantástico multicine donde una película de acción gringa, una pizza y un programa de Jaime Baily fueron telón de fondo para un gran dia.

algo más de lima

Sábado. Luego de aterrizar en un flamante Gol en Lima, a eso de las 2 y media de la mañana, sacar unos cuantos soles, encontrar a Michelle, Sandro y Paula en el aeropuerto, dormimos un par de horas en un pequeño hotel en el barrio de Barranco, cerca de la casa de la mich. Yo de lo único que me acordaba de Lima, donde nunca había estado, eran ciertas descripciones de Bryce Echenique de alguna época en la que deliraba por sus libros, sus relatos y sus viajes imaginarios. Miraflores y Barranco venían a mi mente, nada de lo que me había imaginado….

El viernes en la noche habíamos tomado un avión, cansados y expectantes.

No tomamos desayuno….Nos despertamos pasadas las 11, con una alergia a árboles que no existen en Santiago, a cactus que brotan del cemento, a un olor a mar que no sentía! A romper nuestro ayuno involuntario a “La Mar” la cevichería de Gastón, el mismo de “Astrid y Gastón”…uno de los lugares más top de Lima, que abre sólo a la hora de almuerzo – comer ceviche en la tarde es nada que ver, el pescado no está fresco- y se llena. Caminar por el malecón, impresionante la geografía de esta ciudad, que se acaba de repente….Un capuchino en el Café Z y a dormir un rato.

Por la noche fuimos a visitar a Susel, Susana Elena, arquitecta amiga de Michelle que partía al otro dia a Bélgica a terminar su doctorado…Para terminar comiendo postres exóticos en el un café con vista a una huaca, una ruina inca que duerme en medio de la ciudad, asi como el cerro Santa Lucía

Araña